Permíteme
vivir lo que llevo dentro…aunque nunca exista.
Permíteme
gritar lo que voy sintiendo…Aunque no lo diga.
Déjame
que se me vaya el pensamiento tras de ti.
Que te
ronde, que te busque, que te envuelva…Y que vuelva.
Y que me
cuente de ti, todo lo que no sé.
Déjame rendida.
Sin orgullo, sin defensa.
Sin razón
y sin vergüenza.
Sólo déjame
aquí…Viendo el atardecer.